JON CORTINA nació el 08 de diciembre de 1934 en Bilbao en el País Vasco. El 14 de septiembre de 1955 llegó a El Salvador, a la edad de 20 años.
Para Jon Cortina El Salvador era un mundo diferente al de su país, pues había grandes diferencias, pobreza, desempleo, muchísima riqueza para unos pocos, analfabetismos, violación a los derechos humanos, e impunidad en la aplicación de las leyes, además, le llamó la atención como los jóvenes de colegios ricos llevaban pistola como protección.
Jon Cortina fue una persona muy preparada académicamente, estudió en varios países del mundo: Estados Unidos, Canadá, España, Alemania, obteniendo diversos títulos como: ingeniería, filosofía y teología.
A partir de 1973 se desempeñó como profesor de la UCA (Universidad José Simeón Cañas) en la facultad de ingeniería, y este estudio le ayudó para poder diseñar planos para la construcción de varios proyectos, para las comunidades campesinas y más desprotegidas por los gobiernos de turno.
En el año 1977, Jon Cortina le pide al Padre Rutilio que le permitiera ir a trabajar con él, los fines de semana en Aguilares. La respuesta fue positiva, fue corta la experiencia que el Padre Jon convivió y trabajó con el Padre Rutilio, pero tiene un recuerdo especial de él, y la estola que le regaló aún se conserva en la Casa Museo de Jon, en Guarjila.
El 12 de marzo de 1977, mataron al Padre Rutilio Grande. En ese tiempo hubo una gran persecución contra la iglesia católica, hasta el grado que el ejército se toma la iglesia de Aguilares como cuartel, Después de la intervención de Monseñor Romero, devuelven la iglesia y el Padre Jon llega nuevamente a seguir el trabajo con las comunidades campesinas de la zona. Ese contacto con las comunidades le ayudó a conocer y comprender la forma de vida de los campesinos, de vivir su cristianismo, que aquella gente tenía mucho que decir, se fue enamorando de los campesinos y acompañando todo el proceso de fortalecimiento. Para Jon Cortina, Monseñor Romero fue su maestro, ya que los momentos que convivió con él, comprendió el verdadero papel de un buen profeta, le inspiró a realizar lo que realmente debía hacer con su Pueblo.
En 1982 se estableció en Jayaque y ayudó a los refugios de San José La Montaña, La Basílica y San Roque, gestionando ayudas alimentarías, de salud, construcción de viviendas provisionales para la gente campesina que había huido de las masacres de la Fuerza Armada contra la población civil, y al mismo tiempo enseñando la fe cristiana, basada en la vida real de pueblo salvadoreño.
En los años 1985 y 1986, llega a las comunidades de Chalatenango, visitando los municipios de San Miguel de Mercedes, San Francisco Lempa, San Luís del Carmen, con el acompañamiento de Monseñor Rivera, para conocer y tener contacto con la vida de esas comunidades.
En 1987 se trasladó a la comunidad de Guarjila, en Chalatenango,
En este lugar, el Padre Jon escuchó de las atrocidades cometidas por el ejército salvadoreño contra las comunidades campesinas, pero sobre todo le conmovió los relatos de las madres que perdieron a sus hijos. Esto llevó a Jon a la vocación de consolar a las madres de los niños desaparecidos, fundando años posteriores, con el fin del conflicto armado, su más amado proyecto: LA ASOCIACIÖN PRO- BÚSQUEDA.
Junto a la población repatriada de Mesa Grande, Honduras, reconstruyó la vida comunitaria en medio de la guerra. Jon, junto con los repobladores resistió a muchas invasiones del ejército que en más de una ocasión lograron arrancar valientemente de las manos de los soldados a algún compañero capturado. Además, acompañó a las comunidades de San Antonio Los Ranchos, Ellacuría, San José Las Flores, para realizar las celebraciones religiosas, durante los fines de semana, ya que de lunes a viernes impartía clases de ingeniería en la universidad.
El hecho de encontrarse el 15 de noviembre de1989 en la comunidad de Guarjila, salvó la vida a Jon de la masacre gubernamental, donde fueron asesinados sus compañeros jesuitas en el recinto de la universidad, recordando que varias veces Jon fue blanco de atentados de francotiradores durante el conflicto armado.
Después de la firma de los Acuerdos de Paz, en el año 1992, Jon Cortina se entregó en cuerpo y alma a su compromiso con la gente campesina, especialmente con las comunidades del Nor-Oriente de Chalatenango, ayudándoles a construir puentes, clínicas, escuelas, sistemas de agua potable, viviendas, además de su asistencia espiritual como sacerdote y promotor de derechos humanos.
Cuando llega la Comisión de la Verdad a El Salvador se instala una oficina de ONUSAL (Organización de Las Naciones Unidas en El Salvador) en Chalatenango, con el propósito de que las personas dieran sus testimonios, acerca de masacres, familiares que habían desaparecido durante el conflicto armado.
En esa coyuntura, Jon Cortina se propuso crear la Asociación PRO- BÚSQUEDA, asociación de familias salvadoreñas que han sufrido y en muchos casos aún sufren la desaparición forzada de sus niños/as a causa de la guerra civil en El Salvador. La misión de PRO- BUSQUEDA es buscar y encontrar a los niños/as desaparecidos, buscar la verdad de los hechos ocurridos, y que estos no se vuelvan a repetir, esfuerzo que lo llevó hasta el final de su vida.
Paralelamente, desde su fundación en el año 1993, el Padre Jon Cortina acompañó y animó nuestra Asociación TNT, a tal grado de convertirse en su Primer Presidente al obtener la personería jurídica en el año 2004.
El Padre Cortina sufrió un derrame cerebral mientras se encontraba en la ciudad de Guatemala dando una charla sobre el tema de la desaparición forzada. Fue ingresado en el Hospital Nuestra Santísima Señora del Pilar, pero no superó la afección y murió semanas después el 12 de diciembre del año 2005. Ahora descansa al lado de sus compañeros mártires en la Capilla Monseñor Romero en la Universidad Centroamericana (UCA) en San Salvador.